El pasado fin de semana, al noreste de China, en la ciudad de Harbin, 18 funcionarios recibieron un demérito político. Lo que en el gigante asiático supone que, al lado de sus nombres en las listas del Partido Comunista, aparecerá una marca negra que les perseguirá de por vida. Algunos de esos funcionarios directamente fueron despedidos y no podrán volver a ejercer ningún cargo público. Otros de mayor rango, como el vicealcalde de Harbin, recibieron un correctivo que no les permitirá prosperar e
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